1 Domingo 19 de diciembre de 2021
Discurso del Presidente Gabriel Boric Font.
(en este discurso podemos observar el
uso alternado del lenguaje inclusivo con el lenguaje desdoblado)
BUENAS
NOCHES CHILE ! PO NUI , SUMA ARUMA, PUN MAY CHILE ! GRACIAS A USTEDES, A TODAS
LAS PERSONAS, A TODOS LOS PUEBLOS DE CHILE
Agradezco
en primer lugar a todas las chilenas y chilenos que en este día fueron a votar,
honrando su compromiso con la democracia. En el duro y noble norte. En el
lluvioso y ventoso sur. En el caluroso y fértil centro. En Rapa Nui, Juan
Fernández y la Antártica chilena. En el extranjero.
No importa
si lo hicieron por mí o por mi contrincante: lo importante es que lo hicieron,
que se hicieron presentes, que mostraron su compromiso con este país que es de todas y todos.
También,
por supuesto a los miles de personas que quisieron asistir a votar y no
pudieron hacerlo por la falta de transporte público. No puede volver a ocurrir
que en un día tan importante se prive a la gente de ejercer su derecho a voto.
También a
quienes hicieron posible esta hermosa campaña. Independientes, organizaciones
sociales y partidos, a todas las 2 personas que en las últimas semanas se han
organizado a lo largo de todo Chile y el extranjero, desde Magallanes hasta
Arica, desde Visviri a Puerto Toro para levantar una campaña ciudadana que ha
permitido este triunfo. El mismo compromiso y entusiasmo será necesario durante
los años de nuestro gobierno para que, entre todas y todos, podamos
sostener el proceso de cambios que ya hemos empezado a recorrer, paso a paso.
Gracias a
mi jefa de campaña, la Dra. Izkia Siches, por haber puesto todo y más en esta
candidatura, con tanto amor, tanta energía y tantas ganas. A todos los equipos
técnicos que se sumaron a esta propuesta, a cada uno de los independientes y
partidos que hicieron posible esta campaña.
Gracias a los niños y niñas que
a lo largo de este viaje nos llenaron de cariño y de esperanza, de dibujos
hermosos que expresaban con inocencia y esperanza el Chile que sueñan. Un Chile
verde y de amor, que cuide la naturaleza y los animales, que recupere las
plazas de los barrios para poder jugar, un Chile donde papás y mamás tengan
más tiempo para estar con sus hijos e hijas y les abueles
no estén solos en esta etapa de su vida. Hemos mirado a los ojos de los niños y niñas de
Chile y sé que no podemos fallarles.
Gracias a
las mujeres de la patria. Que se organizaron en todo Chile para defender los
derechos que tanto les ha costado alcanzar. Desde el derecho a voto hasta el
derecho a decidir sobre su propio cuerpo.
Desde el
derecho a la no discriminación por el tipo de familia que hayan decido formar
hasta el reconocimiento por las tareas de cuidado que hoy realizan. Cuenten con
nosotres. Ustedes serán protagonistas de nuestro gobierno. También a
las disidencias y diversidades que han sido largamente discriminadas y en esta
campaña vieron amenazadas los pocos avances que han logrado. En nuestro
gobierno la no discriminación y detener la violencia contra diversidades y
mujeres junto a las organizaciones feministas será fundamental.
Agradezco
también al Servel por su impecable trabajo. Simboliza el Estado que
necesitamos: eficaz, imparcial, justo. A los medios de comunicación nacionales
y regionales, por llevar la información a los lugares más recónditos. La prensa
libre es fundamento esencial de la democracia y ustedes su vehículo.
Quiero
agradecer a todes les candidates que
participaron de esta elección, porque finalmente la democracia la hacemos entre
todes, y necesitamos de cada une de ustedes. A Yasna Provoste, Sebastián Sichel,
Marco Enriquez Ominami, Franco Parisi, Eduardo Artes y a José Antonio Kast. El
futuro de Chile nos necesita a todes del mismo
lado, del lado de la gente y espero contar con su apoyo, sus ideas y propuestas
para comenzar mi gobierno. Sé que más allá de las diferencias que tenemos, en
particular con José Antonio Kast, sabremos construir puentes entre nosotres para que nuestres
compatriotas puedan vivir mejor. Porque los que si nos une es el amor a Chile y
su gente.
Y por
cierto, gracias a mi familia, a mi padre y a mi madre, a mis dos hermanos, a
mis abueles que ya no están. A mi compañera de
viaje Irina. Son ustedes mis pilares en los días aciagos y los responsables de
que hoy esté aquí.
Ya lo
saben. Vengo de Magallanes, en el extremo sur de Chile, casi tocando la
Antártica. Tengo 35 años. Y sé que la historia no parte con nosotres. Me siento heredero de una larga trayectoria
histórica, la de quienes, desde diferentes posiciones, han buscado
incansablemente la justicia social, la ampliación de la democracia, la defensa
de los DDHH, la protección de las libertades. Ésta es mi familia grande, a la
que me gustaría ver de nuevo reunida en esta etapa que ahora iniciamos.
Compatriotas,
seré el presidente de todes los chilenos y
chilenas. De quienes hoy votaron por este proyecto, de quienes eligieron
otra alternativa y también de quienes no concurrieron a votar.
Los
tiempos que vienen no serán fáciles. Deberemos hacer frente a las consecuencias
sociales, económicas y sanitarias de la peor pandemia que ha vivido nuestro
país en más de un siglo. Será difícil, no cabe duda, pero vamos a ir avanzando
con pasos cortos, pero firmes, aprendiendo de nuestra historia.
Porque
Chile tiene una historia breve como Estado nacional: apenas dos siglos de vida
independiente, pero rica en experiencias de logros, de errores, éxitos y
frustraciones. De momentos hermosos y también difíciles. Y hemos aprendido de
esa experiencia. Hoy podemos estar más seguros que antes de algunas cosas:
Que un
crecimiento económico que se asienta en desigualdad tiene pies de barro: que
solo con cohesión social, reencontrándonos y compartiendo un piso común,
podremos avanzar hacia un desarrollo verdadero y sostenido, que llegue a cada
familia chilena y que incluya también las pymes que con tanto esfuerzo levantan
hombres y mujeres honradas a lo largo y ancho del territorio nacional.
Que
desestabilizar las instituciones democráticas conduce directamente al reino del
abuso, la ley de la selva, y el sufrimiento y desamparo de los más débiles.
Vamos a cuidar la democracia, cada día, todos los días.
Que los
avances, para ser sólidos, requieren ser fruto de acuerdos amplios. Y que para
durar, deben ser siempre peldaño a peldaño, graduales, para no desbarrancar ni
arriesgar lo que cada familia ha logrado con su esfuerzo.
Que el
respeto a los derechos humanos, siempre y en todo lugar debe ser un compromiso
inclaudicable y que nunca, por ningún motivo, un presidente le debe declarar la
guerra a su propio pueblo. Verdad, justicia, reparación y no repetición.
Y son
muchos los desafíos que tendremos que enfrentar. Una salud oportuna que no
discrimine entre ricos y pobres igualando hacia arriba el acceso, la calidad y
los tiempos de respuesta. Pensiones dignas para quienes han trabajado toda su
vida haciendo grande a nuestro Chile y no pueden seguir esperando, crecimiento
y distribución justa de la riqueza, que deben ir de la mano. El drama de la
falta de vivienda y el acceso a servicios básicos que debemos abordar.
Fortalecer la educación pública, garantizar los derechos de les trabajadores para construir un país con trabajo decente
y mejores salarios, crear un sistema nacional de cuidado que reconozca y valore
a las mujeres que hoy cuidan, avanzando también en co-responsabilidad y dejando
atrás la herencia patriarcal de nuestra sociedad.
La
emergencia en seguridad que estamos viviendo, hacer de los barrios lugares más
seguros y libres de narcotráfico, poner la cultura en el lugar que merece y no
como vagón de cola, dignificando a sus trabajadores, expandir el deporte,
fomentar la ciencia, avanzar hacia una nueva relación con los pueblos
originarios reconociendo su derecho a mirar el mundo desde otras perspectivas
lingüísticas y culturales, y poner especial atención al cuidado del medio
ambiente serán parte de nuestras tareas.
Porque el
cambio climático, queridos compatriotas, no es una invención. Está acá, y
genera efectos directos sobre nuestras vidas y las de futuras generaciones. No
es casualidad que sean les jóvenes del mundo les que hayan alzado la voz, desde Greta a Julieta,
ante los poderes irracionales. No podemos mirar para el lado cuando nuestres campesines y agricultores, cuando
localidades enteras no tienen agua o cuando se destruyen ecosistemas únicos
pudiendo evitarlo.
Desde
luego, no todo puede hacerse al mismo tiempo y tendremos que priorizar para ir
logrando avances que nos permitan mejorar, paso a paso, la vida de nuestra
gente. No será fácil, no será rápido, pero nuestro compromiso es avanzar por
esa senda con esperanza y responsabilidad.
Chilenos y
chilenas
Hemos
llegado hasta acá con un proyecto de gobierno que puede sintetizarse en pocas y
simples palabras: avanzar con responsabilidad en los cambios que Chile viene demandando,
sin dejar a nadie atrás. Esto significa crecer económicamente; convertir lo que
algunos entienden como bienes de consumo en derechos sociales, garantizar una
vida más tranquila y segura, profundizar las libertades de todes, y especialmente de todas: en nuestro
gobierno las mujeres no retrocederán en los derechos y libertades que han
logrado a la largo de la historia.
Nuestro
proyecto también significa avanzar en más democracia y, por supuesto y como ya
lo hemos dicho acá, cuidar el proceso constituyente, motivo de orgullo mundial
y único camino para construir, en democracia y con todes,
un país mejor. Por primera vez en nuestra historia estamos escribiendo una
Constitución de forma democrática, paritaria, con participación de los pueblos
originarios. Cuidemos entre todes este proceso
para tener una Carta Magna que sea de encuentro y no de división.
Vamos a
trabajar en equipo con todos los sectores. Los desafíos son demasiado
relevantes para quedarnos atados a las trincheras. Aquí todas y todos
somos necesarios. Las y los trabajadores que forjan día a día la riqueza de
nuestra patria. La cooperación del mundo empresarial, construir alianzas,
acercar miradas. Si estamos aquí es para asegurar que la prosperidad alcance a
cada rincón de nuestra tierra, y para eso nadie sobra.
En esta
noche de triunfo repito el compromiso que hiciéramos durante toda la campaña:
expandiremos los derechos sociales y lo haremos con responsabilidad fiscal, lo
haremos cuidando nuestra macroeconomía. Lo haremos bien y aquello permitirá
mejorar las pensiones y la salud sin que haya que retroceder en el futuro.
Tendremos
un Congreso equilibrado, lo que significa a su vez una invitación y una
obligación de dialogar. Yo honestamente lo veo como una oportunidad para volver
a encontrarnos, para unirnos en grandes gestas por el bienestar de nuestra
patria, para lograr amplios y duraderos acuerdos que mejoren la calidad de vida
de nuestres compatriotes. Confío en la
responsabilidad de todas las fuerzas políticas de mantener las diferencias en
el marco de las ideas, poner siempre por delante el bien común y rechazar de
manera clara y sin ambigüedades la violencia en política y en nuestra vida en
sociedad. Sepan que en mí, encontrarán un presidente abierto a escuchar y a
incorporar distintas visiones, siendo también receptivo a las críticas
constructivas que nos ayuden a mejorar.
Chilenos y chilenas
Recibo
este mandato con humildad. Sé que en los años que vienen se juega el futuro de
nuestro país. Por eso les garantizo desde ya que seré un presidente que cuide
la democracia y no la exponga, que escuche más de lo que habla; que busque la
unidad de los acuerdos y que atienda, día a día, a las necesidades de las
personas; que combata los privilegios y trabaje cada día por la calidad de vida
de tu familia. Hoy es un día de mucha felicidad, pero sobre todo de mucha
responsabilidad, el trabajo que tenemos por delante es enorme, y nos
necesitamos a todos y a todas. Tenemos que seguir siendo uno, tenemos que
seguir encontrándonos para llevar adelante los cambios que el país tanto
necesita.
Así lo
haremos, gobernando con todas las personas. Sumando ideas, abriendo puertas,
tendiendo puentes. Así iremos, paso a paso, construyendo la patria justa poco a
poco, día a día.
Por eso
esta noche debemos celebrar, pero lo haremos con tranquilidad.
Vayan a
sus casas con la alegría sana de la limpia victoria alcanzada.
Les pido
que cuidemos este triunfo, que desde mañana tendremos mucho por trabajar para
reencontrarnos, sanar heridas, y caminar hacia un futuro mejor. Con la
esperanza intacta. Con la conciencia de los desafíos que tenemos.
Me despido
de ustedes con un abrazo gigante, dejaré lo mejor de mi
Muchas
gracias.
Seguimos.