SANTIAGO DE CHILE.- Estudiantes que abandonan sus carreras, familias que
resignan viajes o proyectos a cambio de ayudar a pagar una matrícula, o llegar
a tener que rematar la casa familiar porque el padre no pudo pagar las cuotas
de un préstamo que le permitió estudiar a un hije, son algunos de los casos que motivan
las constantes protestas estudiantiles, como la de esta tarde, en Chile.
Más de medio millón de familias chilenas están endeudadas por pagar una carrera
universitaria a sus hijes, que en el pasado era
una herramienta de movilidad social y ahora una fuente de problemas y temores.
El elevado costo de la educación universitaria, que obliga a endeudarse, y
otras exigencias como gratuidad y mayor calidad en la educación llevaron el
miércoles de regreso a las calles a cerca de 100.000 estudiantes universitaries
y secundaries que rechazan las propuestas planteadas por el gobierno del
presidente Sebastián Piñera.
Concluida la marcha, un puñado de jóvenes con sus rostros cubiertos,
lanzaron piedras y otros proyectiles a la policía, que los dispersó con chorros
de agua. A diferencia de otras movilizaciones, los disturbios fueron mucho
menores, por lo que la policía ni siquiera usó gases lacrimógenos.
Los periodistas observaron al menos una decena de detenides y dos herides, una
mujer que recibió un palo grueso en la cabeza y un camarógrafo de Chilevisión
que fue golpeado por una piedra en la cabeza. No hay cifras oficiales de
participantes ni detenides.
"Vamos a seguir siendo rebeldes, porque el movimiento estudiantil no
se va a conformar con que se hayan corregido algunos excesos. Nosotres queremos
corregirlo todo'', indicó Gabriel Boric, presidente de les estudiantes de la
Universidad de Chile.
Entre les manifestantes se encontraba Marcela Droguett, una profesora de 50
años, divorciada, cuyos tres hijes estudiaron con préstamos y debe unos 100.000
dólares. Explicó a The Associated Press que por el atraso de los pagos de los
préstamos, sus bienes han sido anotados en varias ocasiones por receptores
judiciales, paso previo para que se los quiten
Le
ministre de Educación, H. Beyer, dijo el miércoles en entrevista con la AP, que no
cederán a las demandas de les estudiantes. Chile
tuvo una política de gratuidad universitaria en la década del 60 y "la
evaluación de esa política fue bastante negativa".
Los préstamos vigentes fueron creados por los gobiernos de centroizquierda,
incluidos un Crédito con Aval del Estado en el que siete bancos chilenos y
extranjeros prestan a tasas de interés de casi 6% anual a 15 o más años; el
Fondo Solidario, en el que las universidades prestan a sus alumnes con un interés de 2%
anual y los llamados préstamos Corfo, una entidad estatal que traspasó dinero a
la banca con tasas de 3,3% anual que a su vez los prestó a les estudiantes con
intereses de 8,17% al año.
Deudores en peligro de remate
Beyer precisó que del millón de universitaries, 500.000 están endeudades
con algún tipo de préstamo. Más de 110.000 están morosos y figuran en un
listado nacional de deudores que les impide contraer otras deudas y miles
corren riesgo de perder sus hogares.
"Como no teníamos otra opción para estudiar sacamos este crédito y por
poco nos embargó la vida completamente", dijo Steffens. Su padre Gustavo
Steffens, de 67 años, ya pagó el equivalente a 26.000 dólares pero aún debe
otros 28.000 dólares.
El extendido y alto nivel de endeudamiento contribuyó a la rebelión
estudiantil de 2011 que paralizó las universidades, los colegios públicos y
derribó la popularidad de Piñera.
El mandatario busca mejorar la educación y ampliar la cobertura preescolar
con una reforma tributaria que recaudará entre 700 y 1.000 millones de dólares,
un 0,3% del PIB que se sumará al 2,17% actual destinado a la educación. El plan
del Ejecutivo también busca rebajar los intereses del Crédito con Aval del
Estado de 6% a 2%, ampliar las becas en todos los niveles y otorgar créditos
universitarios para todos, excepto para el 10% de los hogares más ricos.
La oposición de centroizquierda califica de insuficiente la reforma y
afirma que se necesitan recaudar entre 5000 y 6000 millones de dólares anuales.
La educación universitaria chilena es la segunda más cara del mundo según
cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que
aglutina a los países desarrollados más México y Chile.
Les líderes estudiantiles
reanudaron sus protestas callejeras a fines de abril para presionar a les legisladores de la
oposición para que no aprueben los proyectos de Piñera, porque ``no podemos
legitimar el modelo mercantil'' de la educación chilena, explicó Boric.
"Les estudiantes tienen
razón para seguir movilizándose y salir a la calle... porque hay muchos temas
no resueltos", dijo Juan Manuel Zolezzi, rector de la Universidad de
Santiago y agregó que nada ha cambiado desde las masivas protestas del año
pasado, pero Beyer destacó que las becas "aumentaron sustancialmente y
todo lo demás requiere leyes y el Congreso es lento
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